La dermatitis atópica (DA) es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel cada vez más común y frecuente que causa malestar y afecta a la calidad de vida de las personas que la padecen. El uso de probióticos como posible solución para la prevención y como parte del tratamiento de esta afección ha ganado relevancia en los últimos años, ya que se considera que la función barrera de la mucosa intestinal, puede estar relacionada con el desarrollo de la dermatitis atópica.
En una intervención doble ciego, aleatoria y controlada con placebo en la que participaron 50 niños con DA, se les administró un placebo o un suplemento probiótico que contenía Lactobacillus acidophilus NCFM® o Bifidobacterium lactis Bi-07®. Se evaluaron los cambios clínicos e inmunológicos después de la ingestión de las cepas probióticas y se observó una reducción mensurable en la gravedad de la DA en el grupo Bi-07® (Gobel et al., 2010)